Esperando el día 100

El gobierno de Alberto Fernández apuesta a un relanzamiento de la gestión que se parece cada vez más a una entelequia. Con un panorama económica y un pueblo hastiado por dos años de restricciones en lo social y modorra en término de pesos y centavos, Fernández se enfrenta al desafío de reinventarse en pleno acoso por parte del Fondo Monetario Internacional.
Erico

No hay hechos, solo interpretaciones. No hay elecciones, solo expectativas. Podríamos incluso jugar intercambiando el orden y decir que no hay hechos, solo expectativas, y que no hay elecciones, solo interpretaciones. Como sea, saturados de análisis y atormentados de sentido, los resultados del último domingo parecen quedar en un segundo plano para ser casi una anécdota.

En todo caso esos resultados otorgan la legitimidad formal para los cargos pero nada más que eso. No es poco pero quien crea que todo termina allí se equivoca. El dato duro es que el oficialismo perdió a nivel país por casi 9 puntos, que cayó en todas las provincias grandes, incluso en la de Buenos Aires, y que apenas hizo pie en Tierra del Fuego y el norte del país. Sin embargo, ante una expectativa de paliza demoledora, la oposición tuvo un triunfo con sabor a poco y el gobierno vivió la derrota como una victoria. Y esto va más allá del hecho de que el gobierno sostenga la primera minoría en diputados y de que, si bien perdió el quórum en el Senado, se descuenta que tendrá las herramientas para alcanzarlo. Va más allá porque desde el gobierno piensan que si después de una pandemia que se cargó a todos los gobiernos nacionales del mundo y de una gestión que ha dejado mucho que desear, se obtiene un tercio de los votos, con mejorar un poco y con una economía que rebote desde el subsuelo, la posibilidad de pelear el 2023 está a mano.

Claro que más optimistas podrían ser los opositores con esa misma lógica. Es que con todo a favor hicieron un pésimo gobierno, el cual terminó hace menos de dos años. Y sin embargo tienen un piso de más de 40%. ¿Ustedes se imaginan lo bien que les iría si hubieran acertado con alguna medida?

Imagen de una bandera muy particular en Plaza de Mayo por el Día de la militancia peronista, fecha que Alberto Fernández convirtió en el festejo de un triunfo dudoso. La idea de una unidad inquebrantable entre el presidente y Cristina Fernández sigue arraigada en la conciencia de muchos, aunque todas evidencias indican que esa unión, de haber existido alguna vez, hoy es humo.

Por otra parte, merecería un artículo aparte la risueña discusión acerca de ganadores y perdedores que estableció Alberto Fernández cuando llamó a festejar el triunfo el día de la militancia. Como estrategia para cambiar el eje de la discusión ha sido enormemente efectiva, más allá de que el precio que se puede pagar es el de una sociedad que vea al presidente fuera de la realidad. Pero al fin de cuentas, fue la estrategia que utilizó Macri y fue bastante efectiva también. Seguramente, esta nueva lógica comunicacional del gobierno va en la línea del duranbarbismo posmo que adoptó después de septiembre cuando todo lo que se ofrecía era una campaña afirmativa por un “sí” tan lavado que podía encajar casi en la lista de objetivos de cualquier partido.

De hecho, la idea de ir a festejar el miércoles a la plaza un triunfo que no fue está en la línea de un aprendizaje pospandémico: gobierno que dice que “no” a algo pierde. Así que hay que “dejar hacer”. La libertad copó la agenda y cualquier impedimento, sugerencia u, obviamente, obligación, será visto como un ejercicio de la violencia. De modo que no importa por qué pero salgan y festejen. Prohibido prohibir. Basta de “cuidate” o “quedate en casa”. Salí y matate si querés. Basta de “no”. Todo “sí”. Ahora la fiesta. ¿Perdimos? ¿Qué importa? Hay que festejar.


Este es un contenido exclusivo para suscriptores de la Revista Hegemonía.
Para seguir leyendo, inicie sesión o suscríbase.

No puedes copiar el contenido de esta página

Scroll al inicio
Logo web hegemonia

Inicie sesión para acceder al contenido exclusivo de la Revista Hegemonía

¿No tiene una cuenta?
Suscribase aquí

¿Olvidó su contraseña?
Recupérela aquí.

¿Su cuenta ha sido desactivada?
Comuníquese con nosotros.