Sergio Massa es el candidato que nunca fue presidente, pero que va por su reelección. Es que gobierna de hecho hace más de un año ante la ausencia del presidente formal y la vice. Por cierto, esta última todavía no ha hablado públicamente acerca del resultado de las elecciones. Los trascendidos periodísticos dicen que ha tenido reuniones con Massa, pero los argentinos no saben qué piensa de lo recién ocurrido ni qué tipo de apoyo dará al candidato si es que piensa dar alguno, claro está.
En cuanto al presidente, de manera poco feliz aclaró que no hablaba porque no es candidato, aunque a partir de ahí comenzó a hablar y allí recordamos que era mejor que no lo hiciera. Con todo, tuvo actividades protocolares, alguna inauguración menor y el anuncio sorpresivo del importantísimo ingreso a los BRICS. Sí, ni siquiera a una noticia de semejante trascendencia puede sacarle jugo el gobierno. Pese a ello, al menos sirve para demostrar que los dos principales candidatos opositores creen que todavía existe el muro de Berlín y que China y Rusia son comunistas.
Efectivamente, en una muestra de sobreideologización, pero sobre todo de una enorme ignorancia, tanto Patricia Bullrich como Javier Milei han indicado que no negociarán con los “comunistas” que son nuestros principales aliados comerciales. Liberales en contra del libre comercio. Un nuevo capítulo de los liberales más locos (y más ignorantes) del mundo.

Mientras tanto, por capacidad o por casualidad, lo cierto es que desde el 13 de agosto Milei ha logrado manejar a piacere la agenda mediática con todo un arco de acciones que van desde convidar una suerte de superembajada a Mauricio Macri hasta ponerse de novio con una humorista famosa. Todo el día están hablando de él y eso lo favorece, aun cuando se hable mal, algo que no entendió La Nación+, principal creador del monstruo que ahora se le escapa de las manos.
Con todo, para el 22 de octubre falta una eternidad y llegarán los ataques contra Milei a quien, hasta ahora, como se diría en la jerga, “no le entra ninguna bala”, especialmente si los ataques provienen de estupideces tales como la relación con su hermana o con sus perros.
Este es un contenido exclusivo para suscriptores de la Revista Hegemonía.
Para seguir leyendo, inicie sesión o
suscríbase.