¿Patria o colonia?

Con serios problemas en Europa por el avance de Rusia y desplazados ya de África por China, los Estados Unidos tienden ahora a aumentar la presión sobre lo que consideran su “patio trasero” o los demás países de América que son técnicamente independientes, pero no en la práctica. Varias señales diplomáticas e incluso militares llegan desde Washington a través de enviados y ahora tocará a los argentinos decidir: luchar por la segunda y definitiva independencia o permitir que el águila yanqui vuelva a instalarse en estas tierras.
202205 3 00

El General Perón lo supo bien y lo expresó con claridad meridiana: la verdadera política es la política internacional. Todo lo demás, aquello que los dirigentes de la política nacional manejan en el cotidiano, es la resultante de la interacción entre las relaciones internacionales de un país y las decisiones que en el plano local la inserción en el esquema mundial le permite a un gobierno en cada momento.

Esto es cierto en todas partes del mundo y lo es aún más en países como el nuestro, donde la independencia todavía no es definitiva y el alto grado de endeudamiento externo impacta decisivamente sobre una soberanía política comprometida por la influencia o la intervención directa de actores externos que buscan restaurar el estatus neocolonial en estas latitudes.

Es así, la verdadera política es la política internacional. Y es por ello que en esta Tribuna hemos seguido de cerca el curso de los acontecimientos en Ucrania, donde la mirada del observador adiestrado en las cuestiones de la guerra percibe ya un estado de virtual posguerra en el que el ejército ruso triunfante debe proceder a la normalización de la situación mientras por fuera del territorio ucraniano, a nivel global, ya puede vislumbrarse la reconfiguración de los liderazgos políticos en el plano de las relaciones internacionales.

Parecería en ese contexto verificarse la tendencia a mostrarse de manera cada vez más evidente un recrudecimiento de las políticas injerencistas por parte de los Estados Unidos sobre lo que estos consideran que es su “patio trasero”, es decir, nuestros países de América del Sur donde los estadounidenses tienen pretensiones neocoloniales, la Argentina incluida.

Algo de eso se vio ya a partir del año pasado cuando la designación del histriónico y carismático Marc Stanley como embajador norteamericano en nuestro país fue largamente comentada. Se trata del mismo Marc Stanley que en su discurso de asunción decía que la Argentina era un hermoso colectivo turístico al que no le funcionaban las ruedas. Pero en las últimas semanas la presión por parte de los Estados Unidos hacia nuestro país ha ido en aumento y eso no puede ser gratuito ni azaroso.


Este es un contenido exclusivo para suscriptores de la Revista Hegemonía.
Para seguir leyendo, inicie sesión o suscríbase.

No puedes copiar el contenido de esta página

Scroll al inicio
Logo web hegemonia

Inicie sesión para acceder al contenido exclusivo de la Revista Hegemonía

¿No tiene una cuenta?
Suscribase aquí

¿Olvidó su contraseña?
Recupérela aquí.

¿Su cuenta ha sido desactivada?
Comuníquese con nosotros.