El peronismo y la ideología de género

Bien instalada en el campo popular de la política como una verdad que no admite cuestionamientos, la ideología de género es hegemónica hoy entre la militancia y los simpatizantes de la causa de los pueblos. ¿Pero cuáles son las implicaciones de esa hegemonía en la formación de una comunidad organizada como la que describe la doctrina peronista? Las contradicciones entre el gusto ideológico de las minorías biempensantes y el sentido común de las mayorías populares en la encrucijada.
202206 5 00

La ideología de género forma parte de la cosmovisión neoliberal, entendida esta necesariamente como un discurso o una ideología con aspiraciones hegemónicas tendiente a colocar al mercado por sobre todas las cosas y a mercantilizar las relaciones sociales a través de los criterios de compraventa, de eficiencia, costo-beneficio y productividad propios de las ciencias económicas en general y de la teoría liberal del mercado en particular, en detrimento de los valores de solidaridad y comunidad propios de la comunidad organizada, modelo de la sociedad peronista.

La ideología de género se enmarca entonces en la concepción neoliberal del hombre, individualista y mercantil, que ve en el ser humano más un consumidor pasivo, un cliente y no un sujeto activo de derechos ni de poder ni de su propio destino. Neoliberalismo, entiéndase bien, no es una escuela económica sino propiamente una doctrina filosófica con pretensiones hegemónicas, pensada y diseñada para regular las relaciones humanas en todos los aspectos de la vida.

En sus lineamientos filosóficos el neoliberalismo es diametralmente opuesto a la noción peronista de comunidad organizada que resulta a su vez en fundamento de la doctrina justicialista. Mientras el peronismo como doctrina persigue la justicia social bajo la forma ideal de la organización de la sociedad en una comunidad organizada, el neoliberalismo pretende deshumanizar las relaciones humanas para otorgarles un cariz económico de costo, beneficio, balances positivos, ganancias o pérdidas.

La comunidad organizada es una comunidad de hombres y mujeres libres en la que cada uno de los individuos posee una función social y un rol específico, dentro de la que el individuo se distingue de la comunidad, pero a la vez este no se puede realizar plenamente si no es bajo el abrigo de su entorno. La comunidad es plena en su desarrollo cuando cada uno de los individuos que la componen alcanza la plenitud, pero al mismo tiempo los individuos no pueden ser felices y realizarse plenamente si la comunidad no se desarrolla y crece en plenitud. Porque en la comunidad organizada, de raigambre profundamente humanista y cristiana, nadie puede ser feliz si a su lado sus hermanos sufren.

La doctrina es justicialista porque coloca en el centro de su reflexión al hombre en todas sus facetas: física, mental y espiritual. El neoliberalismo, en cambio, coloca en el centro de su cosmovisión al mercado. Y la ideología de género, en tanto que pata ideológica del neoliberalismo contribuye a transpolar la lógica del mercado a las relaciones interpersonales.


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