Milei y el proyecto “kirchnerista”

De manera inesperada el operador y empresario mediático Roberto Navarro irrumpió en la escena para expresar la opinión de Cristina Fernández de Kirchner sobre Javier Milei y su gobierno. Y en esa expresión hubo mucha sorpresa para quienes no saben observar las enormes similitudes existentes entre la expresidente y el “libertario”, tanto en la actitud y en el estilo como en la identidad de sus enemigos. Puede parecer hoy que los proyectos políticos del cristinismo y del mileísmo se orientan en sentidos diametralmente opuestos, pero la observación fina de sus contenidos indica que eso no es así y la mismísima CFK se ocupó de confirmarlo. Aunque Ud. no lo crea.
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Sin que nadie le pregunte nada y evidentemente haciendo un “mandado”, el operador mediático Roberto Navarro sorprendió a sus consumidores en los primeros días de este mes de febrero al presentar el pensamiento de Cristina Fernández de Kirchner sobre Javier Milei. La sorpresa fue en efecto grande porque Navarro se identifica como el operador favorito, una especie de vocero informal que CFK presuntamente utiliza cuando necesita enviar algún mensaje a la política y no quiere o no le conviene hacerlo directamente. El recorte de su alocución de poco más de dos minutos que circuló intensamente en las redes sociales, por lo tanto, fue interpretado como la palabra de CFK acerca del tema del momento que es la presidencia de Javier Milei.

Claro que antes de entrar a ver cuáles fueron los contenidos de lo dicho por Navarro como expresión del pensamiento de CFK habría que preguntarse por la obviedad que termina precisamente obviada y es cómo sabe Navarro lo que piensa CFK sobre este o aquel asunto sin que CFK haya hablado públicamente sobre el tema. “¿Qué piensa Cristina?”, empieza diciendo el “periodista” que anunció el triunfo de Daniel Scioli en 2015 y quedó por ello eternizado en el meme. Evidentemente no es una especulación, Navarro no presenta una hipótesis sobre lo que piensa CFK, sino que directamente transmite el mensaje sin mayores preámbulos. Navarro está, nadie lo duda, hablando por CFK como un vocero.

Eso es extraño, muy extraño. Y aunque Navarro es un mentiroso como lo es todo “periodista” —ni más ni menos que cualquiera de sus colegas en todos los medios, en todo tiempo y en todo lugar—, pasada ya más de una semana no hubo desmentida alguna por parte de CFK. Navarro dijo lo que piensa CFK de Milei y del cuartel cristinista nadie salió a desautorizarlo. Entonces aquí tenemos un documento que es la declaración de quien fue dos veces presidente la Nación sobre alguien que ejerce actualmente ese poder político limitado, pero poder al fin.

El operador y empresario mediático Roberto Navarro, de jugarse la ropa anunciando un resultado electoral en 2015 a ser adoptado como vocero por CFK. Por una u otra razón, la política sabe que Navarro habla por la jefa del kirchnerismo haciendo los mandados cuando ella no quiere o no puede expresarse con su propia voz. Entonces hay muy buenas razones para creer que CFK piensa de Milei lo que Navarro dice que piensa.

“Cristina no es tan pesimista en cómo le va a ir a Milei”, dice Navarro para arrancar en El Destape con la transmisión del mensaje que ciertamente le encargaron. “[CFK] cree que la inflación va a ir bajando de a poco, que va a haber una segunda devaluación, pero que va a ser chica, en marzo/abril y que no va a pasar a precios”. Aquí tenemos una muy buena suposición a la luz de cómo se está aplicando el plan económico de shock por el ministro Luis “Toto” Caputo, puesto que el resultado necesario del frenazo al consumo es una recesión brutal que naturalmente no debería ser compatible con una inflación del orden del 20% mensual, que es la actualmente existente.

Y también es probable que la segunda devaluación no se traslade a precios por la misma razón, a saberla, porque ya para ese entonces no habrá virtualmente ningún consumo. ¿Cómo trasladar la devaluación a unos precios que ya fueron brutalmente aumentados, muy por encima de la primera devaluación de diciembre de 2023, si ya nadie compra nada más que lo estrictamente esencial para no morir de hambre? CFK tiene, aquí por boca de Navarro, grandes probabilidades de acertar en esos dos pronósticos económicos porque el resultado proyectado es el que indica la lógica. Al paralizarse la actividad económica y al haber subido ya todos los precios hasta niveles de locura, lo esperable es que la inflación baje en los meses subsiguientes y no vuelva a subir.

Entonces Navarro empieza con la exposición de una obviedad y después de hacerlo se tropieza un poco con las palabras —una señal inequívoca de que miente u oculta— y dice que “indudablemente [CFK] debe hablar con algún economista que piensa así”. La mejor apuesta aquí es que Navarro sabe perfectamente quién es el economista que asesoró a CFK para construir el pronóstico y, al no poder decirlo, tartamudea un poco. Las razones por las que Navarro omite este dato pueden ser varias, desde la prosaica vanidad de CFK, que jamás podría admitir que una idea no es suya propia, hasta la necesidad de “cuidar” a dicho economista, de no exponerlo ahora al fuego cruzado de la política pues se lo va a necesitar más adelante.

Arrastrados por la inercia ideológica y por la narrativa de los predicadores televisivos, los seguidores de CFK actualmente creen odiar a Javier Milei sin percatarse de que se trata de una reedición del objeto de su adoración. El carisma de Milei arrastra multitudes y va al frente con coraje, exactamente como CFK en su momento. No tan distintos, no son tan distintos.

“[CFK] cree que en julio [Milei] va a dolarizar, que va a acumular los dólares del campo y que en julio va a dolarizar”, sigue Navarro. “Por más que lo niegue. Al contrario, [CFK] cree que [Milei] lo niega para que la gente deje de pensar en eso”. Aquí el pronóstico empieza ponerse intrépido, quizá algo temerario, a menos que CFK tenga información en primera mano de los cuarteles mileístas y esté “opinando” en base a eso. “[CFK] cree que el campo está en contra de ese plan y que ahí está el obstáculo que tiene Milei para dolarizar”, agrega Navarro, dando la primera señal de lo que va a decir, del mensaje propiamente dicho: hay demasiadas coincidencias entre el plan de Milei y el proyecto “kirchnerista”, empezando por la revelación de que los enemigos son compartidos.

Al decir que Milei quiere dolarizar y que el campo estaría en contra de dicho plan, lo que finalmente comunica CFK a través de Navarro es que, después de todo, la afamada dolarización no debería ser el mal absoluto ni mucho menos si los que se oponen a ella son quienes en 2008 intentaron llevar a cabo un golpe de Estado contra el gobierno kirchnerista. Mucha atención, atento lector: aquí hay un intento, todavía muy tímido porque se trata de un tabú y es preciso ir abriendo de a poco la ventana de Overton, de instalar que el plan de Milei no debe ser rechazado de plano por los seguidores de CFK. Al igual que con la controversia del aborto, en la que pasó de ser una provida bloqueadora del proyecto a agitar el pañuelo verde, CFK puede estar poniendo el guiño para dar otro giro de 180 grados.

La expresión de simpatía por Milei está, en realidad, presente a lo largo de los más de dos minutos en los que Navarro expone la opinión de CFK sobre el actual presidente. El que sabe leer (o, en este caso, escuchar) entre líneas lo ve claramente y mucho más a partir del primer minuto: “Cristina cree que Milei es hoy el político que mejor está haciendo las cosas en términos de técnica política porque es el que más coraje tiene”. Técnica política y coraje, las dos cualidades que CFK siempre se ha jactado de tener en exceso. “Ovarios”, dicen sus seguidores. “Ella tiene muchos ovarios y además es una estratega genial”. Coraje y técnica política, como se ve, lo que en su tiempo definió a CFK (al menos en la opinión de sus admiradores) es lo que define ahora a Milei.

La crisis por la Resolución 125 tuvo lugar en los primeros días del gobierno de CFK en 2008 y puso para siempre al campo —en rigor, la oligarquía terrateniente— en la vereda de enfrente respecto al kirchnerismo. A ese enemigo acérrimo de CFK pretende enfrentar Javier Milei para imponer su proyecto. ¿De qué lado se pondrán los kirchneristas cuando llegue la hora del enfrentamiento? CFK parece indicar el camino, aunque todavía muy tímidamente.

Eso es un panegírico no disimulado, es CFK diciendo abiertamente por boca de un vocero que Milei es el único político de la actualidad que tiene las cualidades excluyentes del conductor, las que ella tuvo en su momento. Esto es, CFK dice sin ambages que Milei es su único heredero real. Esto puede sonar extraño hoy pues nadie está preparado para esta revelación, pero la observación fría y desinteresada de ambos personajes, de CFK y de Milei, da siempre como resultado el que este se inspira en aquella y en casi todas las ocasiones la imita, emula cabalmente su estilo.

Hasta aquí, no obstante, nada de otro mundo. Lo realmente impactante es lo que vino después, aproximadamente desde la mitad en adelante del extracto que se difundió en las redes sociales. “Porque [Milei] es kirchnerista en su manera de obrar, es decir, siempre redobla la apuesta, nunca va para atrás, nunca va para atrás… y cree Cristina que se encuentra con una dirigencia —incluyendo a todo el peronismo— con poco coraje para enfrentarlo”. Y ahí está, ahí tenemos la definición total de cómo se autopercibió siempre la propia CFK frente a sus contemporáneos: como una corajuda opuesta a una sarta de peronistas cobardes. “Incluyendo a la dirigencia peronista”, insiste Navarro, “Cristina cree que hoy los dirigentes tienen poco coraje al lado del coraje que tiene Milei”.

Eso es extraordinario, es CFK mandando a decirles a todos los aspirantes a conductor desde Sergio Massa hacia abajo que ninguno de ellos tiene lo que sí tiene Milei y son las cualidades sine qua non para gobernar. Es CFK, en una palabra, nombrando inequívocamente a su heredero político. “Por eso [CFK] piensa que Milei se la va a aguantar, dice que no hay que subestimarlo a este muchacho”. El que conozca la popular anécdota de Antonio Cafiero con la colecta organizada por este para erigir una estatua de Perón y la respuesta de CFK cuando le pidieron la contribución en la “vaquita” entenderá de inmediato, sin mayores explicaciones, el trasfondo de esta tomada de pelo deliberada de CFK a los dirigentes de un peronismo al que considera cobarde e incluso vetusto.

Entre los dirigentes del peronismo definidos por CFK como “cobardes” y no a la altura del coraje de Javier Milei está Sergio Massa, el primero en la fila entre los pretendientes al trono. Es evidente que CFK no desea el triunfo de ninguno de esos dirigentes, siempre estuvo enfrentada a ellos o al menos en tensión permanente. ¿Deseará entonces que sean derrotados y sometidos por Javier Milei? La lógica indica que sí.

Navarro cierra la alocución del mensaje encargado con la afirmación de que CFK “aborrece” las ideas de Milei, en un muy inteligente artilugio orientado a tranquilizar la conciencia de los seguidores permitiéndoles concluir que “ella no está elogiando sus ideas, sino tan solo sus formas” e ir a dormir tranquilos mientras no se abre la siguiente ventana de Overton. ¿Cristina aborrece las ideas de Milei? ¿En qué sentido las aborrece, si los enemigos de Milei son la mal llamada “clase media”, la oligarquía del campo y los dirigentes cobardes, especialmente los del peronismo? Bien mirada la cosa, desde la desposesión de los ahorros en dólares que Milei le impone hoy a la pequeñoburguesía mezquina hasta la forma en la que vilipendia a la “casta” de dirigentes las ideas de Milei coinciden en un 100% con las de CFK.

No hay aborrecimiento de ningún tipo. Milei es “kirchnerista” cuando grita su convicción de “ir por todo”, es profundamente “kirchnerista” cuando empuja a la pobreza a los que se creen de “clase media” e históricamente siempre fueron los más ardidos antikirchneristas. Milei es “kirchnerista” cuando propone un plan que no le gusta al campo y le clava retenciones. ¿Cómo puede aborrecer CFK las ideas de Milei, si lo único que hace Milei es llevar las ideas de CFK hasta sus últimas consecuencias y además sin medir sus palabras ni privarse de humillar y exponer a sus detractores? Lo que hace Milei es todo lo que siempre quiso hacer CFK y muchas veces no pudo porque si lo hacía la “mataban” en los medios.

Además de la técnica política y el coraje, que se expresa en la idea revolucionaria de “ir por todo”, Milei comparte con CFK la actitud irreverente y la adoración de sus seguidores, cuya suma es un indicativo de carisma. Es posible deducir que CFK envidia la libertad que tiene Milei para despacharse en Twitter contra sus desafectos y para gritar sus convicciones, libertad que ella jamás tuvo por su enemistad manifiesta con los poderes fácticos que controlan los medios de comunicación.

El proyecto de Milei es la continuación del proyecto “kirchnerista” allí donde —el atento lector lo habrá notado— la categoría “kirchnerista” aparece a veces entrecomillada en este texto y ahí no hay ningún error ortográfico ni un mal uso de las comillas para subrayar nada. El proyecto “kirchnerista” que Milei continua y lleva hasta sus últimas consecuencias es en rigor el de CFK, es el proyecto cristinista del “ir por todo”, de reventar a esa “clase media” soberbia y estúpida que CFK tanto odia, de tomarles el pelo a los dirigentes cobardes y a los oligarcas del campo y además, ah… ¡Y además gritárselo en la cara a todos sin miedo a ser reprimido por ello! ¡Éxtasis!

El mileísmo es ese cristinismo extático, total, indomable. Lo es y por eso CFK mandó a Navarro a decirles tanto a los dirigentes como a los militantes que abran bien el ojo y no cuenten con ella para conspirar contra su legítimo heredero. El mileísmo y el cristinismo son la misma expresión jacobina por derecha y por izquierda, pero jacobinismo al fin. El mileísmo y el cristinismo son la vanguardia iluminada de 1789 que mandaría, si pudiera hacerlo, a los reaccionarios, a los traidores y a los cobardes a la guillotina para imponer la revolución mediante una purga monumental. Esa es la naturaleza revolucionaria de Javier Milei y también de CFK, la del que está convencido de que tiene la razón y está dispuesto a dar la vida por sus convicciones.

¿En qué sentido aborrece CFK las ideas de Milei si esas son las mismas ideas en espejo? La respuesta está a la vista y lo estará mucho más aun en los próximos capítulos de este culebrón. Ella mandó a avisar y el que avisa, se sabe, no traiciona.

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